Cuando me sugirieron preparar este sandwich para el blog, durante unos segundos pensé que era una broma, pero viendo que quien lo sugería hablaba con la seguridad que da el haberlo hecho decenas de veces, detallando exactamente qué tipo de ingredientes eran los idóneos para elaborarlo y cómo debía prepararse, la curiosidad me pudo. Y es que ya conocemos eso de «si no lo intentas, nunca lo sabrás», algo más fácil de decir que de hacer en según qué ocasiones (estoy en ello), pero que en la cocina aplico sin dudar un segundo.

Sandwich TRÍO:

• 3 ingredientes: pan, mantequilla y patatas fritas.
  • Pan: en este caso es un pan de trigo que compré en Pan Contigo.
  • Patatas fritas: Comprad unas patatas buenas, de esas «de toda la vida», tradicionales. Las que véis son de un marca local, Román Durán, que fabrica también bajo otra marca, TRÍO (nada ocurre por casualidad), en realidad la que debía haber estado en el relleno de este sandwich pero que curiosamente no pude encontrar.
  • Mantequilla: Aquí os repito lo mismo de siempre, la diferencia en cualquier plato sea del tipo que sea, la marca la calidad de los ingredientes. Utilizad una mantequilla que valga la pena. Imperial o Lorenzana son dos marcas que suelo alternar en casa.
• 3 pasos: untar, rellenar y aplastar. Importantísimo este último. Ese momento, el de “tapar” el sandwich y aplastarlo bien con la palma de la mano mientras suena “criiisssssssssp”… Ese momento, creedme, “tiene su punto”.

Y a propósito de crisp… os voy a dar una lección a lo #inglesconglo por la que no os voy a cobrar 😉 . Si alguna vez os lo habéis preguntado, chips y crisps no son lo mismo en inglés. Por regla general (y hablo de Gran Bretaña donde también según zonas hay otra terminología) las primeras son las que hacemos en casa, a gajos, mientras que las segundas son las que compramos en bolsa. En USA como de costumbre la cosa cambia, pero eso lo dejamos para otra clase.

Veamos el paso a paso de este sandwich, complejo donde los haya.

Pasos uno y dos: rebanadas de pan untadas de mantequilla y un buen relleno de patatas.

Paso tres, o «momento apisonadora»:

El resultado es un sandwich que me hace sonreír (¿habéis pensado que puede considerarse vegetariano?), que pese a estar programado para abril me lleva a querer romper esquemas (estoy irreconocible) y traerlo a febrero, que aparca mi «búsqueda del marquesado» (quienes me seguís en Instagram sabéis de qué hablo) ya que lo suyo es tomarlo con cerveza, y que es perfecto para un domingo de sofá y puro entretenimiento ya sea con peli , series o música.

Lo hacéis, lo agarráis con una mano o con las dos y….CRRRIIIISSSSPPP!!!

Gloria.