Se me ocurren mil cosas posibles para hacer un lunes, pero ninguna tan entretenida como hacer pan. Es una forma perfecta para empezar la semana. Sin pensar que aún nos quedan unos cuantos días hasta llegar al viernes. Cuando comienzas a amasar, tu cabeza (al menos la mía) deja de pensar en todo eso en lo que no debería estar pensando. Os aseguro que amasar es mejor que cualquiera de las terapias que encontréis por ahí. Porque hacer pan relaja. Y si aún no lo habéis comprobado, con este pan de centeno podéis empezar a ponerlo en práctica.

Aunque hacer pan en casa también tiene su parte mala, ¿cuál? Pues que a lo bueno todo el mundo se acostumbra muy rápido. Y luego siempre querrán pan recién hecho. Nada de ir a la panadería. Por eso siempre busco recetas con las que el éxito esté asegurado, pero que sean sencillas. Que pueda hacerlas todo el mundo. Nivel básico o avanzado. Eso no importa. Lo que importa es el resultado.

Y así es la receta de hoy: sencilla. Un pan de centeno sin masa madre, sin amasados complicados. Un pan con un aroma especial, perfecto para acompañar un buen queso curado, un embutido ibérico o cualquiera de los rellenos que podéis encontrar aquí. Incluso simplemente untado con mantequilla salada.

Ingredientes:

• 250 gr de harina de centeno. Tengo la suerte de tener harina de centeno «de casa», pero cuando se acaba la compro en El Amasadero)
• 250 gr de harina panadera
• 330 ml de agua
• 20 gr de levadura fresca de panadería
• 1/2 (tbsp) cucharada de sal.

Elaboración:

1. En un bol, ponemos los dos tipos de harina y desmezuamos la levadura. Mezclamos ligeramente e incorporamos la sal.
2. Añadimos agua poco a poco, y comenzamos a amasar. Trabajaremos la masa durante unos 10 minutos, hasta que veamos que tenemos una masa lisa y elástica y que se ha despegado de las manos por completo. Podemos alternar amasados y reposos.
3. Formamos una bola y la enharinamos. La colocamos dentro de un bol, cubrimos con un paño de algodón y dejamos que repose hasta que haya doblado su tamaño (aproximadamente entre hora y media y dos horas)
4. Pasado ese tiempo, amasamos ligeramente y le damos la forma deseada.
5. Enharinamos muy bien un banneton y colocamos la masa dentro. Cubrimos y dejamos reposar de nuevo hasta que doble su tamaño.
6. Precalentamos el horno a 220º
7. Enharinamos una bandeja de horno y volcamos con cuidado la masa. Hacemos unos cortes.
8. Metemos el pan en el horno y vertemos un poco de agua en una bandeja que habremos colocado dentro (para que se forme vapor) Cerramos inmediatamente la puerta.
9. Horneamos durante unos 35-40 minutos.
10. Sacamos del horno y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.

El pan de centeno sube un poquito menos que aquellos panes que sólo llevan harina de trigo. También es una masa un poco más difícil de trabajar porque es más pegajosa, pero nada que no se soluciones con amasados y reposo.

Nos vemos el miércoles.

Natalia.