Como estáis mal acostumbrados y a nosotras nos gusta sorprenderos, hoy miércoles deberíamos publicar una receta de salsa, de untable, de alguna pasta con la que darle base a un fantástico sandwich. Pero no. Hoy no. Hoy vamos a preparar en un santiamén los crackers más fáciles y sabrosos que jamás hayáis probado con en los que poder untar infinidad de untables y que si queréis podéis hacer en versión más pequeña a modo de aperitivo, para tomar sólo con una cerveza o una copa de buen vino.

La receta os va a sorprender, lo sé. Cuando leáis los ingredientes sé exactamente lo primero que os va a venir a la cabeza y creedme, sí pero no. El resultado son estos crackers que véis y que yo los tomaría con un buen queso, con un untable de pescado blanco y por supuesto, con un pesto pero no de albahaca, sino otro más suave, como el de anacardos y rúcula, o un buen humus de remolacha. Las posibilidades son las que vosotros queráis. Incontables.

Ingredientes

• 100 gramos de almendra molida
• La clara de 1 huevo M
• Sésamo blanco

Elaboración

1. Mezclamos la almendra y la clara hasta obtener una masa homogénea.
2. Entre dos hojas de papel de horno estiramos la masa con el rodillo lo más fina que podamos (o queramos). Tened en cuenta que cuanto más fina, más crujientes quedarán nuestros crackers pero a la vez antes se nos quemarán en el horno.
3. Cortamos nuestra masa en la forma que queramos. Espolvoreamos con sésamo blanco.
4. Colocamos nuestros crackers en la bandeja del horno previamente forrada con silpat o papel encerado.
5. En horno precalentado a 160ºC horneamos unos 15-20 minutos hasta que dejen de estar húmedos y teniendo precaución de que no se nos quemen.
6. Retiramos del horno y de inmediato pasamos a una rejilla donde los dejaremos enfriar.

Aguantan sin problema 3-4 días herméticamente cerrados, pero ¿quién se resiste a ellos ese tiempo tan largo?

El viernes de nuevo os queremos aquí a todos.

Gloria y Natalia.